Estripar la terra

Josep Maria Miró descifró la ecuación con El principio de Arquímedes y ahora vuelve a ponerla en práctica con una nueva compañía.  Al igual que la anterior, la obra es muy efectiva (como ya dije en su día:argumento actual y controvertido, escenografía realista, desarrollo claro y directo, aunque esta vez añado que me gustan los efectos adelante-atrás bien explicados, y duración 75 minutos, la idónea).  

En este caso, el equipo artístico bastante más interesante, puesto que parece ser que forman compañía.  Tres perfiles diferentes, bien equilibrados, experiencia contrastada, juventud, singularidades personales...Me gusta la compañía La Padrina.

Rubén Hernández

Sun (Hofesh Shechter Company)

Cuando todo parece un estruendo, se afinan los instrumentos.  Cuando todo parece orden militar, se desarman las filas.  Cuando suena música celta, aparecen las batucadas.  Cuando la actividad domina el día, la sensualidad se presenta a la noche.  Cuando se aparenta ser el director de orquesta, se puede ser ignorado cual hombre invisible.  Cuando instigas cual demonio a las masas, te puedes convertir en mártir.  La sociedad es un dispositivo simple lleno de contrastes multiculturales.

Bailar es lo más bonito que puedes hacer con tu vida.  Ir a ver bailar con la persona a la que quieres y que se emocione, es la vida.

Maravilla de espectáculo

Rubén Hernández

M.U.R.S.

Se me hincha la vena del cuello cada vez que voy al teatro y en algún momento de la representación suena un móvil.  Sucede en el 99% de las obras que voy a ver.  Generalmente es el teléfono de una mujer de entre 50 y 60 años a la que supongo no se le permite desde su holding empresarial estar desconectada durante 2 horas al día....

La Fura dels Baus se ha aplicado el cuento en eso que se dice de "Si no puedes con el enemigo, alíate con él" y ha convertido a nuestro smartphone en el protagonista de su nuevo espectáculo.  Sólo por eso, ya tiene gracia el asunto.  Por lo demás, pues lo habitual: su poquito de desnudo, su poquito de cachivaches, su poquito de escándalo, su poquito de violencia, su poquito de reivindicación.

Una buena excusa para ir al Castell de Montjuïc.

Rubén Hernández